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Alimentos con zinc para cuidarte: por qué tu cuerpo (y tu energía) los necesitan

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¿Sabes qué es el zinc y cuales son todos sus beneficios? Hay minerales que quizás no suenan tanto como el magnesio o el hierro, pero que hacen muchísimo por ti. El zinc es uno de ellos. A menudo queda en segundo plano frente a otros más conocidos, pero su papel es clave en tu bienestar diario: desde cómo te defiendes ante infecciones hasta cómo cicatriza una herida o funciona tu memoria.

El zinc es el segundo oligoelemento más abundante en nuestro cuerpo, solo por detrás del hierro. Por eso, incluir alimentos con zinc en tu dieta es una forma sencilla (y poderosa) de apoyar funciones esenciales que muchas veces damos por hechas. Desde el sistema inmune hasta el sentido del gusto, pasando por tu piel, tu cerebro o tus niveles de energía.

Y lo mejor es que no necesitas suplementos ni fórmulas complicadas. El zinc está en alimentos cotidianos, fáciles de encontrar, y muy fáciles de disfrutar. ¡En este artículo te desvelamos todas las claves!

¿Cuánto zinc necesitas cada día?

Como ocurre con otros nutrientes, la cantidad recomendada de zinc varía según la edad y el sexo. En adultos, la dosis ideal se sitúa en torno a los 11 mg diarios para los hombres y 8 mg para las mujeres. En etapas como el embarazo o la lactancia, esa necesidad aumenta hasta los 11-13 mg al día.

En líneas generales, una dieta variada suele bastar para cubrir estos valores. Pero si te interesa saber en qué alimentos con zinc puedes apoyarte para llegar a ese equilibrio, sigue leyendo, porque hay muchas opciones… y todas deliciosas.

 

Beneficios del zinc: mucho más que un mineral

Conocer los beneficios del zinc es entender por qué este mineral está tan relacionado con cómo te sientes. Aquí tienes algunos de los efectos más importantes que tiene en tu cuerpo:

  1. Refuerza tu sistema inmunitario: El zinc ayuda a que las células inmunitarias funcionen correctamente, fortaleciendo tus defensas frente a virus, bacterias y otras amenazas externas. Es tu escudo invisible, activo todo el año.
  2. Acelera la cicatrización de heridas: Este mineral favorece la producción de colágeno y participa en los procesos de regeneración de la piel. Por eso, si tienes alguna herida, el zinc ayuda a que sane antes y con menos complicaciones
  3. Ayuda a reducir inflamaciones: En determinados casos, el zinc actúa como modulador natural del sistema inmunológico, ayudando a controlar procesos inflamatorios y a reducir molestias crónicas.
  4. Mejora la memoria y la concentración: El zinc participa en el desarrollo y buen funcionamiento de las células cerebrales. Por eso, es clave para el rendimiento cognitivo, el aprendizaje y la claridad mental. Un apoyo extra para esos días en los que necesitas enfocarte.

5 alimentos con zinc que puedes incluir fácilmente en tu menú

La buena noticia es que no necesitas hacer grandes cambios para sumar zinc a tu dieta. Aquí tienes cinco opciones versátiles y llenas de sabor:

 

1. Ostras (y otros mariscos)

Las ostras son las grandes campeonas del zinc. Con 60 mg por cada 100 g, superan por mucho a cualquier otro alimento. Si buscas una alternativa más económica, las almejas también son una buena opción, aunque su contenido baja a unos 7 mg por cada 100 g. Son ideales para incluir en cenas especiales, ensaladas o arroces marineros.

 

2. Pollo o pavo

Las carnes blancas son una fuente excelente de proteínas y minerales, incluido el zinc. Una pechuga de pollo o de pavo puede aportarte cerca de 5 mg por cada 100 g. Prepáralas a la plancha, al horno o desmenuzadas en ensaladas para una opción ligera y nutritiva.

 

3. Queso (con moderación)

Aunque es un alimento calórico, el queso también aporta zinc, sobre todo variedades como la mozzarella o el parmesano. Unos 4 mg por cada 100 g. Puedes añadirlo en pequeños toques: sobre una tostada, en una ensalada o como parte de un snack saludable con frutas como el kiwi.

 

4. Copos de avena

Perfectos para el desayuno, los copos de avena contienen alrededor de 3,5 mg de zinc por cada 100 g. Además, aportan fibra y energía sostenida. Pruébalos con yogur y rodajas de kiwi Zespri™ para una combinación deliciosa y nutritiva.

 

5. Semillas de calabaza

Un snack pequeño con grandes beneficios. Las semillas de calabaza aportan entre 6 y 7 mg de zinc por cada 100 g, además de omega 3, antioxidantes y magnesio. Puedes tomarlas solas, en mezclas de frutos secos, sobre ensaladas o como topping en cremas y sopas.

 

Un mineral pequeño qeu puede marcar la diferencia

Cuidarte también es aprender a elegir lo que te hace bien. Y los alimentos con zinc son un ejemplo claro de cómo algo pequeño puede tener un gran impacto en tu bienestar. Más defensas, mejor concentración, menos inflamación, mejor piel… todo eso empieza con un gesto tan sencillo como elegir lo que pones en tu plato.

Así que ya lo sabes: si estás buscando un refuerzo natural para tu cuerpo y tu mente, empieza por revisar tu menú. El zinc puede estar más cerca de lo que crees… y tus recetas ganarán en sabor, salud y equilibrio.