Digestión feliz: Alimentos fáciles de digerir para un estómago contento
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Aliméntate
Sabemos que una buena alimentación es esencial, pero a veces olvidamos la importancia de una buena digestión. De ese proceso en el que tu cuerpo transforma los alimentos en energía y nutrientes, deshaciéndose de lo que no necesita. Por eso, además de elegir bien lo que comes, incorporar alimentos fáciles de digerir en tus comidas en una pequeña gran victoria para tu bienestar. ¿Te atreves?
Imagínalo por un momento: sentirte ligera como una pluma y llena de energía después de cada comida ¡Deja de soñar, porque es posible! Y no se trata de machacarte con dietas imposibles ni de seguir reglas estrictas que te amarguen la vida, sino de pequeñas elecciones, de esos pequeños gestos cotidianos que te hacen sentir bien. Y sí, amiga, hablamos de comida. En concreto, de esos alimentos fáciles de digerir que te ayudarán a decirle adiós a la pesadez, a esa sensación de estar a punto de explotar que te fastidia el día, y hola a la energía, a esa sensación que te impulsa a comerte el mundo (o al menos a sobrevivir a la tarde).
Porque mimar tu cuerpo empieza por escucharlo, por entender qué necesita, y a veces, lo único que te pide a gritos es un poco de cariño poniéndoselo todo un poquito más fácil. ¿Preparada para descubrir el secreto de un estómago contento?
8 alimentos fáciles de digerir para una digestión feliz
1. Kiwi:
¡La estrella de las digestiones fáciles! El kiwi no solo es delicioso y refrescante, sino que también es un tesoro nutricional. Gracias a su alto contenido en fibra, especialmente en su piel, y a la actinidina (una enzima digestiva que ayuda a descomponer las proteínas), el kiwi es tu aliado perfecto para un estómago feliz.
Ahí va una curiosidad: dos kiwis Zespri™ Green te aportan el 25% de la fibra que necesitas al día. Además, tiene un alto contenido de vitamina C, un potente antioxidante que refuerza tus defensas.
2. Arroz:
Un cereal versátil y fácil de digerir. Tanto el arroz blanco como el integral son opciones geniales, aunque el integral te da un extra de fibra y nutrientes. Este cereal es súper digestivo, bajo en grasas y ayuda a absorber mejor los nutrientes de otros alimentos. ¡Dile adiós a los gases y a la indigestión! Además, es una base perfecta para crear platos creativos y deliciosos.
3. Caldos y sopas (caseras):
Un buen caldo o una sopa casera, preparada con ingredientes frescos y naturales, es un chute de hidratación y nutrientes en un solo plato. Opta por verduras de fácil digestión como la zanahoria, el calabacín o la calabaza, y añade proteínas magras como pollo o pescado. ¡Son el confort food definitivo para tu sistema digestivo!
4. Pechuga de pollo (sin piel):
Una proteína magra y fácil de digerir, perfecta para cuidar tus músculos. La pechuga de pollo es una fuente excelente de proteína de alta calidad, esencial para la construcción y reparación de tejidos. Al ser baja en grasas y sin piel, es muy fácil de digerir. Prepárala al horno, a la plancha o al vapor y disfruta de una comida ligera, nutritiva y llena de sabor.
5. Huevos (cocidos o revueltos):
Un alimento completo y versátil para cualquier momento del día. Los huevos son una fuente de proteína completa, lo que significa que contienen todos los aminoácidos esenciales que tu cuerpo necesita. Además, son ricos en vitaminas y minerales. Aunque recuerda, como sucede con el pollo, la digestión de los huevos depende de su forma de preparación. La mejor opción es comerlos hervidos o revueltos.
6. Avena:
Un clásico del desayuno (¡y de la digestión fácil!). La avena es mucho más que un simple cereal. Es rica en fibra soluble, que ayuda a regular el tránsito intestinal, y en grasas saludables, que te aportan energía durante todo el día. Es perfecta para regular el azúcar en sangre, reducir el colesterol y mantener tu sistema digestivo en plena forma. Además, es muy versátil: puedes tomarla en porridge, en batidos, en galletas… ¡las posibilidades son infinitas!
7. Gelatina:
Un capricho ligero y refrescante para tu estómago. La gelatina destaca por su facilidad de absorción y su aporte de azúcares saludables. Más allá de la elevada proporción de agua que la compone, contiene un aminoácido llamado glicina, que estimula la producción de ácido en el estómago para la digestión y asimilación de nutrientes. Es una opción perfecta para un postre ligero o un snack entre horas.
8. Yogur (natural):
El yogur natural, sin azúcares añadidos, es una fuente excelente de probióticos, bacterias beneficiosas que viven en tu intestino y contribuyen a una buena digestión. Además, es rico en proteína y calcio, esenciales para la salud de tus huesos y músculos. Si te apetece un punto dulce, puedes añadirle fruta fresca, miel o un toque de granola.
Mimarte a través de la alimentación es una forma de quererte, de demostrarte que te importa tu salud y tu felicidad. Así que, ¡anímate a probar estas opciones, experimenta con nuevas recetas y descubre la felicidad de una digestión ligera y un cuerpo lleno de energía!