Cenas saludables y sin complicaciones para terminar el día con buen sabor (y mejor cuerpo)
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Aliméntate
Hay noches en los que no te apetece cocinar, en las que lo único que buscas es algo que te siente bien, que no te lleve una eternidad preparar y que no te deje con sensación de pesadez justo antes de dormir. Y sí, te entendemos: todas hemos pasado por ese momento en el que irse a la cama sin dormir o abrir una bolsa de snacks parece más sencillo que preparar algo nutritivo. Pero… ¿y si te dijéramos que es posible preparar recetas fáciles y saludables sin demasiadas complicaciones?
En este artículo, te traemos algunas ideas de cenas saludables que no solo son fáciles y sabrosas, sino que también te ayudarán a cerrar el día con equilibrio. No necesitas ingredientes raros ni mucho tiempo, solo ganas de cuidarte sin renunciar al placer de comer rico. Y si además te inspiran para seguir tomando pequeñas elecciones que te suman… mejor aún.
¿Por qué prestar atención a lo que cenas?
La cena marca el cierre del día. Y aunque a veces caemos en el picoteo automático o, incluso, en saltárnosla, lo cierto es que lo que comes por la noche influye en:
La calidad de tu descanso, ya que ciertos alimentos ayudan a conciliar el sueño, a evitar digestiones pesadas y a dormir mejor.
Tu energía al día siguiente, porque un cuerpo bien alimentado durante la noche se despierta con menos antojos y más equilibrio.
Cómo se siente tu cuerpo, desde la inflamación hasta la retención de líquidos.
Elegir cenas saludables y ligeras no significa comer poco o mal. Significa ser amable con tu cuerpo, también al final del día.
5 ideas de cenas saludables que no te quitarán ni tiempo ni sabor
Aquí van algunas propuestas para que cenar bien sea algo fácil, rico y (sobre todo) que puedas repetir sin aburrirte.
1. Crema templada de calabacín con huevo escalfado y crujiente de semillas
El calabacín es un comodín perfecto para las cenas: suave, fácil de digerir y muy versátil. Esta crema se prepara en pocos pasos y es ideal para esos días en los que necesitas algo calentito y reconfortante sin sentirte pesada. Puedes añadir un toque de jengibre o cúrcuma para potenciar su efecto antiinflamatorio.
Corónala con un huevo escalfado, que aportará proteína de calidad y cremosidad natural. Y no olvides las semillas (como sésamo, lino o calabaza) tostadas por encima: darán textura y sumarán grasas saludables y minerales como el magnesio.
2. Tostada integral con hummus, fresones y kiwi Zespri™ SunGold
Esta tostada integral con hummus, fresones y kiwi Zespri™ SunGold, es perfecta si buscas una cena fresca, diferente y absolutamente deliciosa. Unta una rebanada de pan integral con una capa generosa de hummus casero (o de buena calidad) y añade rodajas finas de fresones y kiwi SunGold. El contraste entre lo cremoso del hummus, lo dulce de la fruta y lo crujiente del pan es puro equilibrio.
Este combo no solo es sabroso, también es funcional: el hummus aporta proteína vegetal, el pan integral te llena de fibra, y las frutas suman antioxidantes, vitamina C y un toque de energía natural. Ideal para quienes buscan una cena ligera que no se sienta como “dieta”.
3. Ensalada tibia de lentejas, rúcula, calabaza asada y queso feta
Las legumbres no tienen por qué estar relegadas a los platos de cuchara. Esta ensalada es perfecta para una cena saciante y nutritiva. Cocina previamente las lentejas (o usa un bote ya cocido bien enjuagado) y combínalas con calabaza asada, hojas de rúcula fresca y dados de queso feta.
El resultado es un plato lleno de sabor, rico en fibra y con una mezcla perfecta de proteínas vegetales y grasas saludables. La calabaza aporta un dulzor natural que contrasta de maravilla con el salado del feta y el toque ligeramente picante de la rúcula. Puedes aderezar con aceite de oliva virgen extra, limón y un poco de comino para darle más personalidad.
4. Barquitas de pepino con queso fresco, salmón marinado y kiwi Zespri™ Green
Una propuesta divertida, fresca y ligera. Corta los pepinos por la mitad a lo largo, retira las semillas con una cucharita y rellena con una mezcla de queso fresco batido, tiras de salmón marinado y rodajas de kiwi Zespri™ Green. Termina con eneldo o cebollino picado y unas gotas de limón.
Estas barquitas de pepino con queso fresco, salmón marinado y kiwi Zespri™ Green, además de vistosas, son un plato muy completo: el pepino hidrata, el queso aporta proteínas y calcio, el salmón te llena de ácidos grasos omega-3, y el kiwi contribuye con su poder antioxidante y su fibra. Ideal para una cena rápida que te deja con buen sabor de boca y cero pesadez.
5. Revuelto de champiñones, espinacas y cúrcuma con tostada de pan de centeno
Para las noches en las que necesitas un extra de confort sin caer en excesos. Saltea champiñones y espinacas con un poco de ajo, añade huevos batidos y una pizca de cúrcuma para un toque especial. Sirve con una tostada de pan de centeno para acompañar y completar el plato.
Este revuelto es rápido, saciante y funcional. Los champiñones aportan minerales como el selenio, las espinacas te llenan de hierro vegetal y la cúrcuma ayuda a reducir la inflamación. Perfecto para cenar rico y ligero sin tener que pensar demasiado.
¿Cenar fruta? También es una opción saludable
A menudo escuchamos que la fruta por la noche “engorda” o que no se recomienda. Pero lo cierto es que, dentro de una alimentación equilibrada, puedes cenar fruta sin problema, sobre todo si la combinas con algún alimento saciante, como yogur, frutos secos o un poco de avena.
Prueba, por ejemplo:
Un vasito de yogur natural con kiwi Zespri™ Green, nueces y una pizca de canela.
Chupitos de kiwi Zespri™ SunGold con kéfir y crackers integrales.
Un bol con requesón, granada y rodajas de kiwi, para una cena ligera y deliciosa.
Estas opciones, además de ser ligeras y muy fáciles de preparar, te ayudarán a calmar los antojos dulces sin necesidad de recurrir a ultraprocesados o postres poco nutritivos.
La clave está en la sencillez (y en escucharte)
No hace falta ser una chef ni seguir una dieta estricta para terminar el día cuidándote. A veces, solo necesitas tener ingredientes básicos a mano, combinar con cariño y saber que una cena saludable también puede ser un acto de autocuidado. ¿Te atreves?