¡Este verano toca mojarse! Hazlo con estos 5 deportes acuáticos que te encantarán
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Muévete
El verano es ese momento del año en el que parece que el cuerpo pide cambiar el ritmo. Los días se alargan, las rutinas se relajan y las ganas de pasarlo bien se multiplican. Si ya estás buscando ideas para moverte, refrescarte y llenar tu tiempo libre de planes diferentes, los deportes acuáticos pueden ser tu nuevo flechazo estival.
Desde los más tranquilos hasta los que te suben la adrenalina al máximo, hay una opción para cada nivel de experiencia (y energía). Y lo mejor: todos tienen en común ese contacto directo con el agua que, además de divertido, puede ser muy beneficioso para tu cuerpo y tu mente. ¿Lista para zambullirte?
Antes de saltar al agua, ten esto en cuenta
Lo primero: no hace falta que seas experta. Muchas actividades incluyen sesiones guiadas, cursillos para principiantes o monitores que te explican todo paso a paso. Lo importante es que elijas el que mejor se adapte a tu forma física, tus ganas… ¡y tu estilo! Aun así, hay tres reglas que siempre aplican: usa el equipo adecuado, sigue las normas de seguridad y protege tu piel del sol.
Porque sí, los beneficios de practicar deportes acuáticos van más allá del ejercicio: activan tu cuerpo, te ayudan a liberar tensiones, mejoran tu coordinación y te conectan con el entorno de una forma única. Además, son una forma genial de compartir tiempo con los tuyos o de vivir una experiencia diferente en solitario.
5 deportes acuáticos que te encantarán este verano
1. Buceo
No hace falta irse muy lejos para descubrir auténticos tesoros bajo el mar. El buceo es uno de los deportes acuáticos más conocidos (y queridos) y puede practicarse tanto de forma informal, con unas simples gafas y tubo, o con inmersiones organizadas por profesionales. Según la zona, podrás encontrarte con fondos marinos sorprendentes: peces, corales, algas… y una sensación de calma que solo se experimenta bajo el agua. ¿Lo mejor? Con cada inmersión, descubres un mundo nuevo.
2. Rafting
¿Te va la emoción? Entonces tienes que probar el rafting. Este deporte consiste en descender por ríos de aguas bravas en una balsa neumática, remando en equipo y siguiendo las indicaciones de un guía.
La clave está en la coordinación, el equilibrio… ¡y las ganas de pasarlo bien! Entre rápidos, remolinos y algún que otro chapuzón inesperado, te garantizamos risas, adrenalina y conexión con tu grupo. ¡Es ideal para pasar un buen rato en familia o con amigos!
3. Vela
Elegante, técnico y relajante, el deporte de la vela tiene algo especial. Aprender a maniobrar una embarcación impulsada solo por el viento puede ser todo un reto, pero también una experiencia muy enriquecedora. Existen cursos para iniciarte de forma sencilla, con barcos pequeños y manejables, perfectos para aprender las bases y sentirte como toda una capitana. Navegar es moverse al ritmo del mar y te aseguramos que engancha.
4. Piragüismo
Con una canoa o un kayak y unos remos, puedes lanzarte a recorrer ríos, embalses o incluso zonas costeras. Tienes dos versiones: una más intensa y técnica, con rápidos y aguas agitadas, ideal para quienes buscan superar sus límites. Y otra más suave, perfecta para disfrutar del paisaje y remar a tu ritmo. Es un deporte versátil, accesible y perfecto para desconectar de todo (menos del momento presente).
5. Windsurf
Es dinámico, emocionante y un excelente entrenamiento para el equilibrio y la agilidad. Requiere algo de práctica, pero una vez le pillas el truco, la sensación de deslizarte sobre el agua impulsada por el viento es indescriptible. Además, hay escuelas en muchísimas playas donde puedes iniciarte con seguridad y diversión aseguradas.
Elige moverte a tu manera (y disfruta de cada gota)
El verano está para vivirlo sin filtros. Y si puedes hacerlo mientras activas tu cuerpo, te llenas de energía y conectas con la naturaleza, mejor que mejor. Recuerda que el deporte no es solo una cuestión de esfuerzo: también puede (y debe) ser un planazo. Así que guarda el móvil, ponte el bañador y lánzate al agua. Porque el movimiento que más te sienta bien… también puede empezar con un chapuzón. ¿Te atreves?